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domingo, 30 de junio de 2013

El extraño día en el que liberé un móvil de Yoigo gratis en 10 minutos.


Hace unos meses vimos cómo el Instituto Nacional de Consumo emitía un informe diciendo que las compañías tenían que liberar el teléfono móvil de forma gratuita incluso aún cuando no terminásemos la permanencia (pincha aquí para verlo con tus propios ojos).

Dicen que las compañías ya tienen beneficios cobrándonos los 18 o 24 meses de permanencia, y que no dejarnos ser clientes de otras con el mismo terminal es abusivo porque ellos ya ganan el dinero suficiente para que les compense regalar el teléfono.

No obstante, os contaba que algunas compañías no se habían dado por enteradas, y a día de hoy continúan exigiéndote que pagues por la liberalización y que hayas terminado la permanencia.

Pero el jueves pasado ocurrió lo inimaginable. Una feliz señora apareció por la oficina para que la ayudásemos. Su compañía, Yoigo, sólo tiene tarifas de tarjeta con consumo mínimo mensual, y le sugerí entonces cambiarse de compañía. Pero quería conservar su móvil. Entonces recordé el informe del INC, le dije que las empresas ahora están obligadas a liberar los teléfonos gratis y por mero trámite llamé a atención al cliente de Yoigo antes de hacer una reclamación por escrito para un arbitraje. 

Al descolgar, me soltaron una parrafada de propaganda y a continuación me pusieron con una persona de verdad para atenderme. Le dije que quería liberar el teléfono, y los únicos datos que me pidió fueron el modelo del terminal y el código IMEI, que es un número de 15 cifras que se encuentra inscrito en la carcasa que hay debajo de la batería. Claro, tuve que colgarle para sacar la batería y mirar el IMEI. Cuando lo tuve anotado, volví a llamar, volví a comerme la parrafada de propaganda y casi inmediatamente me salió otra personita preguntándome que qué quería. "Liberar el móvil", "Dígame el modelo y el IMEI", "Samsung nosequé y 3553443.....", "Ahora le llegará un sms con el código de liberalización, cuando quiera usar el terminal con la tarjeta de otra compañía lo introduce como si fuera un número pin". Casi en shock, le pregunté si todo esto era gratis, y me contestó que sí. Para rematar, el código me llegó por sms unos segundos después de colgar. Vale que la permanencia había terminado, pero que no me pidiesen explicaciones, no me tuvieran en esperas con musiquita infernal y no me pasaran de un departamento a otro ya es para echarles unas cuantas flores.

Todo esto no me llevó más de 10 minutos. Supongo que no me lo acabaré de creer hasta que la señora se dé de alta en otra compañía y todo funcione como es debido.


En conclusión, para liberar el móvil han seguido las instrucciones del Instituto Nacional de Consumo. ¡Que no es tanto pedir, que nosotros vamos a pagar igual!

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